lunes, 2 de mayo de 2011

ENUNCIADO


Enunciado:

El enunciado, unidad mínima de comunicación, es la secuencia de signos emitida por el hablante que queda delimitada entre el silencio previo a la elocución y el que sigue a su cese, y va acompañada por un determinado contorno melódico: la curva de entonación. Dicho con otras palabras: el enunciado está compuesto por uno o más signos que emite el hablante y capta el oyente; posee sentido completo y concreto dentro de la situación en que se produce.

Los mensajes pueden estar compuestos por un solo enunciado o por varios concatenados por su significado, sin que entre ellos tengan que establecerse necesariamente relaciones sintácticas; en realidad, cada uno por sí solo podría constituir un acto de habla independiente.

Se distinguen dos tipos de enunciados: las frases (o enunciados frasales) y las oraciones (o enunciados oracionales).

Frase: Los enunciados que carecen de una forma verbal personal son las denominadas frases. Los constituyentes de las frases son siempre palabras de índole nominal, esto es, sustantivos, adjetivos o adverbios. Al no existir un núcleo verbal del que dependan sus demás componentes, las relaciones internas no son idénticas a las que se establecen en la oración. Por ello, las frases no deben clasificarse por analogía con las oraciones a las que pudieran ser semánticamente equivalentes.

Las frases pueden ser unimembres o bimembres. Las unimembres son interjecciones o se comportan como ellas, tanto si están constituidas por una sola palabra (¡Lástima!, gracias, vaya),  como si consisten en un sintagma más o menos complejo (¡Mi alma!, buenas tardes, a estudiar mucho, gajes del oficio).
Las bimembres son más complejas y en su seno puede apreciarse una relación predicativa ('algo se dice de algo') parecida a la de los enunciados oracionales; son como oraciones a las que faltara el verbo:
Perro ladrador, poco mordedor.
Prohibida la entrada.
Inútiles tus esfuerzos.
¡Qué tiempos aquellos!
A mal tiempo, buena cara.
¡A mi edad, hacer estas cosas!
De tal palo, tal astilla.
En casa del herrero, cuchara de palo.
Vivir para ver.
¡Lástima de hombre!

Oración: Los enunciados oracionales, por el contrario, se caracterizan por poseer dos unidades significativas (sujeto y predicado), entre las que se establece la relación predicativa, que se entienden tradicionalmente como aquello de lo que se dice algo y lo que se dice del sujeto respectivamente.

Así, la oración es una unidad lingüística dotada de significación completa y núcleo verbal, y que no pertenece a otra unidad gramatical superior. Por encima de la oración se encuentran unidades de cualidad diferente: párrafo, capítulo, texto, etc. Por ello, tradicionalmente se considera a la oración la máxima unidad gramatical. Se puede decir que es una unidad estructural porque sus componentes están interrelacionados; está compuesta por unidades menores (sintagmas) que se agrupan con una estructura determinada (habitualmente sujeto + predicado).

Se puede hablar de oración cuando un segmento de la comunicación con verbo en forma personal transmite un sentido completo; si no, no hay oración. Así, la secuencia: Ese alumno moreno es el peor de la clase, puede ser dividida en dos partes: Ese alumno moreno y el peor de la clase, pero ninguna de las dos tiene sentido completo: son sintagmas, no oraciones. No obstante, ambos ejemplos podrían constituir enunciados frasales en ciertas situaciones o contextos: pies de foto, por ejemplo.

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